El cineasta nos cuenta por qué la serie MK es tan atractiva

La serie de lentes MK se ha añadido a la línea de lentes para cine FUJINON. La serie de lentes MK hereda su rendimiento óptico y resuelve los problemas de los lentes convencionales para cine y lentes DSLR, consiguiendo un cuerpo ultracompacto y ligero con un excelente rendimiento de costo. En esta ocasión, el cineasta, Maejima Kazuo, que suele rodar con lentes DSLR, nos cuenta por qué la serie de lentes MK es tan atractiva, a través de la filmación de imágenes.

Aunque las cámaras de cine de bajo precio han sido ampliamente adoptadas por el mercado en los últimos años, prácticamente no ha habido lentes dedicados al cine. Inevitablemente, en la mayoría de los casos, se utilizan lentes DSLR. Pero como esos lentes están diseñados esencialmente para fotografía, hay ciertas situaciones en las que sus limitaciones se hacen evidentes. Cuando se graba en exteriores, donde cada segundo cuenta, puede resultar difícil obtener los resultados deseados utilizando lentes DSLR. Como MK18-55mm T2.9 es un lente para cine desarrollado específicamente para realizar películas, éste elimina todos los problemas de uso asociados con los lentes DSLR. A continuación, quiero hablar de lo que diferencia un lente MK de un lente DSLR cuando lo utilicé para rodar una película: hablaré de las diferencias en cuanto a sus elementos ópticos (internos) y mecánicos (externos).

Cuando tuve en mis manos el lente MK18-55mm T2.9, lo primero que me sorprendió fue que lo sentí como un lente para cine de gama alta. La sensación táctil del exterior y la suave torsión de los anillos de enfoque/zoom/diafragma son iguales a los de un lente para cine de gama alta. Además, tiene un aspecto ajustado, limpio e imponente heredado de otros lentes para cine FUJINON, como las series ZK y XK. Pero lo que más me sorprendió fue su peso ligero: solo 980 g. Una creencia común entre los cineastas es que los lentes para cine tienen que ser grandes y pesados. Pero una vez que tengas en tus manos un lente MK, verás las cosas de otra manera. En mi trabajo, a menudo hago rodajes con lentes DSLR. Así que lo que antes era de sentido común para mí se volvió en contra: aunque es un lente para cine, en realidad es más ligero que los lentes DSLR.

En primer lugar, en cuanto a los elementos ópticos, hay tres puntos principales de diferencia. En primer lugar, el punto focal no se desplaza al hacer zoom. En otras palabras, puedes incorporar los movimientos del zoom en tu película. Esto es muy importante. En particular los zooms lentos, proporcionan un acento cinematográfico muy eficaz. Una vez que enfocas, puedes cambiar a cualquier ángulo de visión: esto también es una gran ventaja. Tener que reajustar el enfoque cada vez que se cambia el ángulo de visión antes de rodar consume muchísimo tiempo. Cada segundo se convierte en una gran cantidad de tiempo, y esto solo pone más presión durante un rodaje. El lente MK18-55mm T2.9 no utiliza controles electrónicos. El control del movimiento de enfoque se realiza de forma óptica y mecánica. Por lo tanto, la precisión del enfoque es equivalente a la de un lente para cine de gama alta.

El segundo punto es que no presenta breathing del lente. No está suprimida al 100 %, pero al menos, yo la sentí muy natural. Hay una enorme tensión cuando el ángulo de visión que has elegido cambia cada vez que enfocas los objetos. Creo que todos los cineastas que ruedan con tiempos de entrega cortos saben de lo que hablo. En particular, cuando fijas el enfoque para una escena importante, esa escena se arruinará si el objetivo muestra breathing del lente.

El tercer punto es que no hay desplazamiento del eje óptico. Pude percibirlo inmediatamente durante el rodaje de prueba. Es muy importante tener un lente que te dé la sensación de seguridad y fiabilidad, para que puedas concentrarte en filmar sin estrés ni intranquilidad.

En cuanto a los elementos externos, los tres anillos de los lentes son totalmente manuales para el enfoque, el zoom y el diafragma, resuelven los aspectos menos satisfactorios de los lentes DSLR. Con los lentes DSLR, mientras que el mecanismo de zoom utiliza un mecanismo manual, el enfoque y el diafragma se controlan eléctricamente. Y en el caso del diafragma, a menudo no hay anillo de diafragma en el lente. Lo sorprendente de los lentes MK es que logran incluir esta característica, que suele estar presente en todos los lentes para cine, a este precio tan asequible. No es necesario decir que, al poder manejarlo de forma intuitiva, lo que se pretende captar se refleja directamente en la película.

Durante el rodaje, filmamos varias escenas de enfoque en bastidor. El anillo de enfoque, con su ángulo de rotación de 200 grados, nos dio suficiente control y no tuvimos problemas para lograr un enfoque de ajuste fino. Los cineastas experimentados saben lo difícil que es enfocar con lentes DSLR. Por supuesto, el enfoque, el zoom y el diafragma utilizan un paso de engranaje de 0.8M, lo que garantiza la compatibilidad con accesorios de cine de terceros. Todo nuestro rodaje se realizó con enfoque de seguimiento. El anillo del diafragma se puede manejar sin problemas y sin clics, y el hecho de que el ruido de vibración y rotación no se cuele en la película también hace que sea seguro utilizarlo en situaciones de rodaje en las que hacer numerosas repeticiones no funcionaría.

Esta película se llama Edo Arts. Los temas son bienes culturales cuyas tradiciones han continuado desde el periodo Edo. La película muestra temas muy detallados, como el bordado Edo shishū y el delicado tallado de cristal conocido como Edo kiriko. El rendimiento de delineación del lente MK fue espectacular. Como se puede ver en la película, la resolución permitió reproducir con precisión la textura y el matiz del vidrio y el bordado.

Las escenas de Edo kiriko se rodaron en una sala con poca luz, pero pude aprovechar muy bien la velocidad T2.9. Podríamos iluminar la habitación con una fuente de luz adicional, pero es una gran ventaja poder captar la parte oscura manteniendo su atmósfera. En las escenas en las que la cantidad de luz es limitada, el T2.9 se puede utilizar en todo el rango de zoom, por lo que incluso si se cambia la longitud focal, no es necesario reajustar la iluminación. Esto contribuyó en gran medida a acortar el tiempo de rodaje. La calidad del desenfoque del bokeh, que aprovecha al máximo el T2.9, también es hermoso y resalta el sujeto de forma espectacular.

Además del lente MK18-55mm, el MK50-135mm se añadirá a la línea de lentes MK en el verano de 2017. La combinación de ambos permitirá cubrir toda la gama de longitudes focales de 18 a 135 mm, cubriendo así todas las longitudes focales que se necesitan para la producción cinematográfica general. Aunque no pudimos utilizarlos juntos en este rodaje, los lentes MK18-55 mm y MK50-135 mm comparten el mismo diámetro frontal, el mismo diámetro de filtro y la misma posición de paso de engranaje de 0.8M. Sin duda, los dos lentes se complementan a la perfección. No es algo realmente llamativo, pero se nota que han prestado atención hasta a los más pequeños detalles.